El CEO y fundador de Amazon
compareció en la tarde del miércoles ante el subcomité antimonopolio de la
Cámara baja donde fue interrogado junto a los líderes de Apple, Google y
Facebook. Aquí, el texto completo de su exposición inicial
29 de Julio de 2020
El CEO y fundador de Amazon,
Jeff Bezos, compareció este miércoles ante el Subcomité antimonopolio del
Congreso de los Estados Unidos. Junto a los titulares de Apple (Tim Cook),
Google (Sundar Pichai) y Facebook (Mark Zuckerberg), fue interrogado acerca de
posibles abusos por parte de su compañía a partir de su posición dominante en
el mercado digital.
Antes de responder las
preguntas de los congresistas, Bezos leyó una larga declaración. A lo largo de
sus 4.000 palabras de extensión, repasó la historia de su familia y describió
la manera en que sus padres y abuelos, gracias a sus historias individuales de
resiliencia y tenacidad, lograron proveerle no solo una plataforma desde la que
se pudiera desarrollar profesionalmente sino también que se convirtieron
ejemplos que lo moldearon como persona.
Recordó que el comienzo de
Amazon no fue sencillo. Primero, porque tuvo que dejar atrás la comodidad del
trabajo estable que tenía. Y luego, porque los primeros años de su nueva
empresa no fueron sencillos. De hecho, distintos analistas vaticinaron su
pronta extinción.
Pero ratificó que uno de los
principios rectores de su vida es no tener que arrepentirse por no haber
intentado algo y aseguró que “los grandes retornos se producen al apostar en
contra de la sabiduría convencional, aunque la sabiduría convencional
usualmente está en lo correcto”.
Bezos sostuvo que su empresa
hace una gran contribución a la economía de los Estados Unidos -tanto a través
de empleos directos e indirectos- pero admitió qué, por su magnitud, debe ser
examinada por las autoridades: “Nuestra responsabilidad es asegurarnos de que
pasamos ese escrutinio con éxito”, aseguró.
A continuación, el texto
completo de Bezos, una clase de inteligencia emocional:
“Gracias, titular (David)
Cicilline, miembro del subcomité (James) Sensenbrenner, y otros miembros del
Subcomité. Soy Jeff Bezos. Fundé Amazon hace 26 años, con la misión a largo
plazo de convertirla en la compañía más centrada en el cliente del planeta.
Mi madre, Jackie, me tuvo
cuando era una estudiante secundaria de 17 años en Albuquerque, en Nuevo
México. Estar embarazada en el secundario no era algo popular en Albuquerque en
1964. Fue difícil para ella. Cuando la trataron de echar del colegio, mi abuelo
intercedió por ella. Luego de algunas negociaciones, el director dijo ‘OK,
puede quedarse y terminar el secundario, pero no puede realizar ninguna
actividad extracurricular ni tener un casillero'. Mi abuelo aceptó el trato y
mi madre terminó el secundario, aunque no le permitieron recibir su diploma en
el escenario con el resto de sus compañeros. Determinada a continuar con su
educación, se alistó en un colegio nocturno y tomó clases con profesores que le
permitían llevar a un niño. Ella asistía con dos bolsos: uno lleno de libros de
texto y otro de pañales, biberones y cualquier cosa que me mantuviera
entretenido y callado por algunos minutos.
El nombre de mi padre es
Miguel. Me adoptó cuando tenía cuatro años. El tenía 16 cuando llegó a los
Estados Unidos desde Cuba como parte de la Operación Peter Pan, poco después de
que Castro tomara el poder. Mi padre estaba solo cuando llegó a los Estados
Unidos. Sus padres pensaron que él estaría más seguro aquí. Su madre imaginó
que en este país haría mucho frío, por lo que le tejió una chaqueta a partir de
trapos de limpieza, el único material que tenían a mano. Todavía tenemos esa
chaqueta; está colgada en el comedor de mis padres.
Mi padre pasó dos semanas en
el Campamento Matecumbe, un centro de refugiados en Florida, antes de que lo
mudaran a una misión Católica en Wilmington, en el estado de Delaware. Tuvo
suerte de poder llegar a la misión. Pero a pesar de ello no hablaba inglés y no
tuvo un camino fácil. Pero sí tenía mucha tenacidad y determinación. Recibió
una beca para ir a la universidad en Albuquerque, donde conoció a mi mamá. Uno
recibe distintos regalos en la vida, y uno de los mejores que me han tocado son
mi mamá y mi papá. Han sido unos modelos a seguir increíbles para mí y mis
hermanos durante todas nuestras vidas.
Uno aprende distintas cosas de
sus abuelos que de sus padres, y entre las edades de 4 y 16, tuve la suerte de
pasar mis veranos en el rancho de mis abuelos, en Texas. Mi abuelo era empleado
público y campesino: trabajó en tecnología espacial y sistemas de misiles de
defensa en las décadas de 1950 y 1960 para la Comisión de Energía Atómica, y
era autosuficiente y hábil. Cuando estás en el medio de la nada, no levantas el
teléfono y llamas a alguien cuando algo se rompe. Lo reparas tú mismo. Cuando
era un niño, tuve la oportunidad de verlo resolver por sí mismo muchos
problemas que parecían imposibles. Ya fuera reparar una excavadora Caterpillar
o hacer trabajos de veterinaria. Me enseñó que uno puede enfrentar problemas
difíciles. Cuando enfrentas un contratiempo, te levantas e intentas de nuevo.
Puedes usar tu inventiva para hacerte tu propio camino hacia una situación
mejor.
Tomé estas lecciones cuando
era un adolescente y me convertí en un inventor de garage. Inventé un
dispositivo que cerraba automáticamente la cerca a partir de ruedas llenas de
cemento, un elemento que me permitía usar energía solar para cocinar a partir de
un paraguas y papel de aluminio, y alarmas hechas de bandejas para hornear para
atrapar a mis hermanos.
El concepto de Amazon se me
ocurrió en 1994. La idea de construir una librería online con millones de
títulos -algo que simplemente no podría existir en el mundo físico- me
resultaba emocionante. En ese momento, estaba trabajando en un fondo de
inversión en la ciudad de Nueva York. Cuando le dije a mi jefe que dejaba mi
trabajo, me llevó a dar un largo paseo en Central Park. Luego de escucharme
durante mucho tiempo, finalmente me dijo: “Sabes que, Jeff, creo que es una
buena idea. Pero creo que sería una mejor idea para alguien que no tuviera un
buen trabajo”. Me convenció de que me tomara dos días para pensar antes de
comunicarle mi decisión final. Fue una decisión que tomé con mi corazón y no mi
cabeza. Cuando tenga 80 años y reflexione sobre mi vida, quiero haber
minimizado la cantidad de cosas de las que me arrepienta. Y la mayoría de ellas
son actos de omisión, las cosas que no intentamos, los caminos que no
transitamos. Esas son las cosas que nos persiguen. Y decidí que si al menos no
hacía mi mejor intento, me iba a arrepentir de no participar en esta cosa
llamada internet que, creía, iba a ser grande.
El capital inicial para
Amazon.com vino principalmente de mis padres, que invirtieron una porción
importante de los ahorros de toda su vida en algo que no entendían. No estaban
apostando en Amazon o el concepto de una librería online. Estaban apostando por
su hijo. Les dije que creía que había un 70 por ciento de chances de que
pudieran perder su inversión, pero siguieron adelante igual. Me tomó más de 50
reuniones conseguir USD 1 millón de inversores, y durante el transcurso de
todas esas reuniones, la pregunta más común era ¿qué es internet?.
A diferencia de muchos otros
países en el mundo, esta gran nación en la que vivimos apoya y no estigmatiza
el riesgo emprendedor. Dejé un trabajo estable para ir a un garage en Seattle
para fundar mi start-up, entendiendo completamente que podría no funcionar. Siento
que fue ayer que estaba llevando los paquetes al correo yo mismo, soñando que
algún día podría tener el dinero suficiente para comprar una máquina elevadora.
El éxito de Amazon estuvo
lejos de estar preordenado. Invertir en Amazon en sus etapas iniciales era una
propuesta extremadamente arriesgada. Desde el momento de su fundación hasta el
fin de 2001, nuestro negocio tuvo pérdidas acumuladas por casi USD 3.000
millones, y no tuvimos un trimestre con beneficios hasta el último de ese año.
Analistas inteligentes predijeron que Barnes & Noble nos pasaría por
encima, y nos calificaron como ‘Amazon.toast”. En 1999, habiendo estado activos
por cinco años, Barron’s publicó un artículo acerca de nuestro inminente
colapso con el título ‘Amazon.bomb'. Mi carta anual a los tenedores de acciones
del año 2000 comenzó con una palabra: ‘ouch'. En la cima de la burbuja de
internet el precio de nuestra acción tocó un pico de USD 116, y luego de que
explotara bajó a USD 6. Expertos y analistas pensaron que dejaríamos de
existir. Requirió de muchas personas inteligentes y con la voluntad de tomar un
riesgo conmigo, y de mantenernos firmes en nuestras convicciones, para que
Amazon sobreviviera y finalmente triunfara.
Y no solo fue en los años
iniciales. Además de nuestra buena suerte y excelentes personas, hemos
triunfado como compañía solo porque hemos continuado tomando grandes riesgos.
Para inventar, uno tiene que experimentar, y si sabes de antemano que va a
funcionar, entonces no es un experimento. Los grandes retornos se producen al
apostar en contra de la sabiduría convencional, pero la sabiduría convencional
usualmente está en lo correcto. Muchos analistas caracterizaron a los servicios
web de Amazon como una distracción cuando comenzamos. ‘¿Qué tiene que ver vender
elementos de computación y espacios de depósito con vender libros?’ se
preguntaron. Nadie pidió por esos servicios. Pero resultó que el mundo tenía
apetito por la computación en la nube, solo que no lo sabía. Teníamos razón
sobre los servicios, pero la verdad es que también hemos tomado muchos otros
riesgos que no resultaron. De hecho, Amazon ha ganado miles de millones de
dólares a partir de fracasos. El fracaso inevitablemente trae invenciones y la
toma de riesgos. Por eso tratamos de hacer que Amazon sea el mejor lugar de
mundo para fracasar.
Desde nuestra fundación, hemos
trabajado para mantener una mentalidad como si fuera siempre nuestro primer
día. Me refiero a abordar todo lo que hacemos con la energía y el espíritu
emprendedor del primer día. Pese a que Amazon es una compañía grande, siempre
he creído que si nos comprometemos a mantener esta mentalidad como una parte
clave de nuestro ADN, podemos tener el alcance y capacidades de una gran
compañía y el espíritu y corazón de una pequeña.
Desde mi punto de vista, un
enfoque obsesivo en la experiencia del cliente es por lejos la mejor manera de
lograr y obtener la mentalidad del primer día. ¿Por qué? Porque los clientes
siempre están hermosamente insatisfechos, aún cuando reportan estar contentos y
que el negocio es genial. Aún cuando no lo saben, los clientes quieren algo
mejor, y el deseo constante de complacer a los clientes nos lleva a inventar
constantemente para ellos. En consecuencia, al enfocarnos completamente en los
clientes buscamos mejorar nuestros servicios, beneficios y características,
inventar nuevos productos, bajar precios y acelerar los tiempos de envío antes
de tener que hacerlo. Ningún cliente pidió que Amazon creara el sistema de
membresías Prime, pero resultó que definitivamente lo querían. Y podría dar
muchos otros ejemplos. No todas las compañías toman este enfoque basado en el
cliente, pero nosotros sí. Y esa es nuestra principal fortaleza.
La confianza de los clientes
es difícil de ganar y fácil de perder. Cuando dejas que los clientes hagan de
la compañía lo que es, te serán leales, pero solo hasta el momento en el que
alguien más les ofrezca un mejor servicio. Sabemos que los clientes son
perceptivos e inteligentes. Tenemos la firme convicción de que los clientes se
darán cuenta cuando trabajamos duro para hacer lo correcto, y que al hacerlo
una y otra vez nos ganaremos su confianza. Uno se gana la confianza de alguien
lentamente, a lo largo del tiempo, al hacer bien las cosas difíciles,
lográndolo a tiempo. Ofreciendo precios bajos todos los días, haciendo promesas
y cumpliéndolas, tomando decisiones en base a nuestros principios aún cuando no
son populares, y dándole a los clientes más tiempo para pasar con sus familias
al inventar maneras más convenientes de comprar, leer, y automatizar sus casas.
Como he dicho desde mi primera carta a los accionistas en 1997, tomamos
decisiones basados en el valor a largo plazo que creamos al satisfacer las
necesidades de los clientes. Cuando nos critican por esas decisiones,
escuchamos y nos miramos en el espejo. Cuando tienen razón, cambiamos. Cuando
cometemos errores, nos disculpamos. Pero cuando uno se mira en el espejo,
evalúa las críticas, y todavía cree que está haciendo lo correcto, ninguna
fuerza del mundo debería poder movernos.
Afortunadamente, nuestro
enfoque está funcionando. El 80 por ciento de los estadounidenses tienen un
concepto positivo de Amazon en general, de acuerdo a encuestas independientes.
¿En quiénes confían más que en Amazon para hacer lo correcto? Solo en sus
médicos de cabecera y el ejército, de acuerdo a una cuesta de Morning Consult.
Investigadores de las universidades de Georgetown y Nueva York descubrieron en
2018 que Amazon solo estaba por detrás del ejército en una encuesta sobre
confianza en instituciones y marcas. Entre republicanos, solo estuvimos detrás
del ejército y la policía local. Entre los demócratas, estuvimos arriba de
todo, por encima de todas las ramas de gobierno, universidades y la prensa. En
el ranking de las compañías más admiradas del 2020 de la revista Fortune,
terminamos en segundo lugar, Apple fue la primera. Estamos agradecidos de que
los clientes tomen nota del trabajo duro que hacemos para ellos, y que nos
recompensen con su confianza. Trabajar para ganar y mantener esa confianza es
la mayor motivación de la cultura del “primer día“ de Amazon.
La compañía que la mayoría de
ustedes conocen como Amazon es la que les envía sus pedidos en línea en las
cajas marrones con la sonrisa al costado. Ahí es donde empezamos, y la venta al
por menor sigue siendo nuestro mayor negocio con diferencia, representando más
del 80% de nuestros ingresos totales. La naturaleza misma de ese negocio es
llevar los productos a los clientes. Esas operaciones necesitan estar cerca de
los clientes, y no podemos subcontratar estos trabajos en China o en cualquier
otro lugar. Para cumplir nuestras promesas a los clientes en este país,
necesitamos trabajadores estadounidenses para llevar los productos a los
clientes estadounidenses. Cuando los clientes compran en Amazon, están ayudando
a crear empleos en sus comunidades locales. Como resultado, Amazon emplea
directamente a un millón de personas, muchos de ellos de nivel básico y pagados
por hora. No sólo empleamos a informáticos con un alto nivel de formación y
MBAs en Seattle y Silicon Valley. Contratamos y entrenamos a cientos de miles
de personas en estados de todo el país como Virginia Occidental, Tennessee,
Kansas e Idaho. Estos empleados son estibadores de paquetes, mecánicos y
gerentes de planta. Para muchos, es su primer trabajo. Para algunos, estos
trabajos son un paso hacia otras carreras, y estamos orgullosos de ayudarlos
con eso. Estamos gastando más de USD 700 millones para dar a más de 100.000
empleados de Amazon acceso a programas de formación en campos como la salud, el
transporte, el aprendizaje de la máquina y la computación en nube. Ese programa
se llama Career Choice, y pagamos el 95 por ciento de la matrícula y los
honorarios para un certificado o diploma para campos de alta demanda y alta
paga, sin importar si es relevante para una carrera en Amazon.
Patricia Soto, una de nuestras
asociadas, tiene una historia de éxito de Career Choice. Patricia siempre quiso
seguir una carrera en el campo de la medicina para ayudar a cuidar a los demás,
pero con sólo un diploma de secundaria y enfrentando los costos de la educación
post secundaria, no estaba segura de poder lograr ese objetivo. Después de
obtener su certificación médica a través de Career Choice, Patricia dejó Amazon
para comenzar su nueva carrera como asistente en la Fundación Médica Sutter
Gould, apoyando a un médico de medicina pulmonar. Career Choice le ha dado a
Patricia y a muchos otros una oportunidad de una segunda carrera que una vez
pareció estar fuera de su alcance.
Amazon ha invertido más de USD
270 mil millones en los Estados Unidos durante la última década. Más allá de
nuestra propia fuerza de trabajo, las inversiones de Amazon han creado casi
700.000 empleos indirectos en campos como la construcción, los servicios de
construcción y la hospitalidad. Nuestras contrataciones e inversiones han
traído trabajos muy necesarios y han añadido cientos de millones de dólares en
actividad económica a áreas como Fall River, Massachusetts, el Inland Empire de
California y estados del Cinturón del Óxido como Ohio. Durante la crisis de
COVID-19, contratamos 175.000 empleados adicionales, incluyendo muchos
despedidos de otros trabajos durante el cierre económico. Gastamos más de USD
4.000 millones sólo en el segundo trimestre para llevar productos esenciales a
los clientes y mantener a nuestros empleados seguros durante la crisis de
COVID-19. Y un dedicado equipo de empleados de Amazon a lo largo de toda la
compañía ha creado un programa para testear regularmente a nuestros
trabajadores. Esperamos compartir nuestras enseñanzas con otras empresas
interesadas y socios del gobierno.
El mercado minorista global en
el que competimos es sorprendentemente grande y extraordinariamente
competitivo. Amazon representa menos del 1 por ciento de los 25 billones de
dólares del mercado minorista global y menos del 4 por ciento de la venta al
por menor en los EE.UU. A diferencia de las industrias donde el ganador se lo
lleva todo, hay espacio en la venta al por menor para muchos ganadores. Por
ejemplo, más de 80 minoristas sólo en los EE.UU. ganan más de USD 1.000
millones en ingresos anuales. Como cualquier minorista, sabemos que el éxito de
nuestra tienda depende enteramente de la satisfacción de los clientes con su
experiencia en nuestra tienda. Todos los días, Amazon compite con grandes
actores establecidos como Target, Costco, Kroger y, por supuesto, Walmart, una
compañía que duplica el tamaño de Amazon. Y mientras que siempre nos hemos
centrado en producir una gran experiencia para el cliente en las ventas al por
menor realizadas principalmente en línea, las ventas iniciadas en línea son
ahora un área de crecimiento aún mayor para otras tiendas. Las ventas en línea
de Walmart crecieron un 74 por ciento en el primer trimestre. Y los clientes
están acudiendo cada vez más a servicios inventados por otras tiendas que
Amazon todavía no puede igualar a escala de otras grandes empresas, como la
recogida en la acera y las devoluciones en la tienda. La pandemia COVID-19 ha
puesto en evidencia estas tendencias, que han estado creciendo durante años. En
los últimos meses, la recogida en la acera de los pedidos en línea ha aumentado
más del 200 por ciento, en parte debido a las preocupaciones de COVID-19.
También nos enfrentamos a la nueva competencia de empresas como Shopify e
Instacart-empresas que permiten a las tiendas tradicionalmente físicas poner
una tienda online completa casi instantáneamente y entregar productos
directamente a los clientes de forma nueva e innovadora-y a una lista creciente
de modelos de negocio omnicanales. Como en casi todos los demás segmentos de
nuestra economía, la tecnología se utiliza en todas partes en la venta al por
menor y sólo ha hecho que la venta al por menor sea más competitiva, ya sea en
línea, en tiendas físicas o en las diversas combinaciones de los dos que
componen la mayoría de las tienda.
También es importante entender
que el éxito de Amazon depende en gran medida del éxito de los miles de
pequeñas y medianas empresas que también venden sus productos en las tiendas de
Amazon. En 1999, dimos lo que en ese momento fue un paso sin precedentes al dar
la bienvenida a vendedores externos en nuestras tiendas y permitirles ofrecer
sus productos junto con los nuestros. Internamente, esto fue extremadamente
controversial, con muchos en desacuerdo y algunos llegando a predecir que esto
sería el comienzo de una larga batalla perdida. No teníamos por qué invitar a
vendedores externos a la tienda. Podríamos habernos quedado como estábamos.
Pero nos comprometimos con la idea de que a largo plazo esto aumentaría la
oferta para los clientes, y que tener clientes más satisfechos sería algo muy
bueno tanto para los vendedores externos como para Amazon. Y eso es lo que
pasó. Un año después de añadir esos vendedores externos, las operaciones a
través de terceros representaban el 5 por ciento de las ventas unitarias, y
rápidamente se hizo evidente que los clientes amaban la conveniencia de poder
comprar los mejores productos y ver los precios de diferentes vendedores, todo
en la misma tienda. Estas pequeñas y medianas empresas ahora agregan
significativamente más oferta de productos a las tiendas de Amazon que la
propia operación de venta al por menor de Amazon. Los vendedores externos
representan ahora aproximadamente el 60% de las ventas de productos físicos en
Amazon, y esas ventas están creciendo más rápidamente que las ventas al por
menor de la propia Amazon. Entendimos que no era un juego de suma cero. Y
teníamos razón, todo el pastel creció, los vendedores externos lo hicieron muy
bien y están creciendo rápidamente, y eso ha sido genial para los clientes y para
Amazon.
Ahora hay 1,7 millones de
pequeñas y medianas empresas en todo el mundo que venden en las tiendas de
Amazon. Más de 200.000 emprendedores de todo el mundo superaron los 100.000
dólares en ventas en nuestras tiendas en 2019. Además, estimamos que los
vendedores externos que operan en las tiendas de Amazon han creado más de 2,2
millones de nuevos puestos de trabajo en todo el mundo.
Una de esas vendedoras es
Sherri Yukel, que quería cambiar de carrera para estar más en casa con sus
hijos. Empezó a hacer regalos artesanales y artículos de fiesta para sus amigos
como un hobby, y eventualmente empezó a vender sus productos en Amazon. Hoy en
día, la compañía de Sherri emplea a casi 80 personas y tiene una base de
clientes global. Otra es Christine Krogue, ama de casa y madre de cinco hijos
en Salt Lake City. Christine comenzó un negocio de venta de ropa de bebé a
través de su propio sitio web antes de arriesgarse en Amazon. Desde entonces ha
visto cómo sus ventas se duplicaron, y ha podido ampliar su línea de productos
y contratar un equipo de empleados a tiempo parcial. Vender en Amazon ha
permitido a Sherri y Christine hacer crecer sus propios negocios y satisfacer a
los clientes en sus propios términos.
Y es sorprendente recordar lo
reciente que es todo esto. No comenzamos como el mercado virtual más grande,
eBay era varias veces más grande que nosotros. Fue sólo cuando nos concentramos
en apoyar a los vendedores y darles las mejores herramientas que pudimos
inventar, que pudimos tener éxito y eventualmente superar a eBay. Una de estas
herramientas es el Fulfillment de Amazon, que permite a nuestros vendedores
externos almacenar su inventario en nuestros centros, y nosotros nos encargamos
de toda la logística, el servicio al cliente y las devoluciones de productos.
Al simplificar dramáticamente todos esos aspectos desafiantes de la experiencia
de venta de una manera rentable, hemos ayudado a muchos miles de vendedores a
hacer crecer sus negocios en Amazon. Nuestro éxito puede ayudar a explicar la
amplia proliferación de sitios de comercialización de todos los tipos y tamaños
en todo el mundo. Esto incluye compañías estadounidenses como Walmart, eBay,
Etsy y Target, así como minoristas con sede en el extranjero pero que venden a
nivel mundial, como Alibaba y Rakuten. Estos mercados intensifican aún más la
competencia dentro de la venta al por menor.
La confianza que los clientes
depositan en nosotros cada día ha permitido a Amazon crear más puestos de
trabajo en los Estados Unidos durante la última década que cualquier otra
compañía: cientos de miles de puestos de trabajo en 42 estados. Los empleados
de Amazon ganan un mínimo de 15 dólares por hora, más del doble del salario
mínimo federal (que hemos instado al Congreso a aumentar). Hemos desafiado a
otros grandes minoristas a igualar nuestro salario mínimo de 15 dólares. Target
lo hizo recientemente, y la semana pasada también lo hizo Best Buy. Les damos
la bienvenida, y siguen siendo los únicos que lo han hecho. Tampoco escatimamos
en beneficios. Nuestros empleados a tiempo completo reciben los mismos
beneficios que los empleados asalariados de la sede central, incluyendo seguro
médico completo desde el primer día de empleo, un plan de jubilación 401(k), y
licencia parental, incluyendo 20 semanas de licencia de maternidad paga. Les
animo a comparar nuestro salario y beneficios con el de cualquiera de nuestros
competidores minoristas.
Más del 80% de las acciones de
Amazon son propiedad de personas ajenas a la empresa, y en los últimos 26 años,
partiendo de cero, hemos creado más de un billón de dólares de riqueza para
esos accionistas externos. ¿Quiénes son esos accionistas? Son fondos de
pensiones de bomberos, policías y maestros de escuela. Otros son fondos de
retiro 401(k)s que poseen partes de Amazon. Fondos de universidades, también, y
la lista continúa. Mucha gente se jubilará mejor por la riqueza que hemos
creado para tantos, y estamos enormemente orgullosos de ello.
En Amazon, la obsesión por los
clientes nos ha hecho lo que somos, y nos ha permitido hacer cosas cada vez más
grandes. Sé lo que Amazon podía hacer cuando éramos 10 personas. Sé lo que
podíamos hacer cuando éramos 1.000 personas, y cuando éramos 10.000 personas. Y
sé lo que podemos hacer hoy en día cuando somos casi un millón. Me encantan los
emprendedores de garaje, yo era uno de ellos. Pero, así como el mundo necesita
pequeñas empresas, también necesita grandes. Hay cosas que las pequeñas
empresas simplemente no pueden hacer. No me importa lo buen empresario que
seas, no vas a construir un Boeing 787 en tu garaje.
Nuestra escala nos permite
tener un impacto significativo en importantes asuntos sociales. El Compromiso
por el Clima (Climate Pledge) es un acuerdo asumido por Amazon y al que se han
unido otras empresas para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, 10
años antes, y reducir la huella de carbono a cero para 2040. Planeamos cumplir
este compromiso, en parte, comprando 100.000 furgonetas eléctricas de reparto a
Rivian, un productor de vehículos eléctricos con sede en Michigan. Amazon
pretende tener 10.000 de las nuevas camionetas eléctricas de Rivian en la
carretera ya en 2022, y todos los 100.000 vehículos en la carretera para 2030.
A nivel mundial, Amazon opera 91 proyectos solares y eólicos que tienen la
capacidad de generar más de 2.900 MW y entregar más de 7,6 millones de MWh de
energía anualmente, suficiente para alimentar a más de 680.000 hogares
estadounidenses. Amazon también está invirtiendo 100 millones de dólares en
proyectos de reforestación mundial a través del Fondo Climático Right Now,
incluidos 10 millones de dólares que Amazon se comprometió a dar para
conservar, restaurar y apoyar la silvicultura sostenible, la vida silvestre y
las soluciones naturales en los Montes Apalaches, financiando dos proyectos
innovadores en colaboración con The Nature Conservancy. Cuatro empresas
globales -Verizon, Reckitt Benckiser, Infosys y Oak View Group- firmaron
recientemente la Promesa del Clima, y seguimos alentando a otros a que se unan
a nosotros en esta lucha. Juntos, usaremos nuestro tamaño y escala para abordar
la crisis climática de inmediato. El mes pasado, Amazon introdujo el Fondo del
Compromiso por el Clima, que comenzó con 2.000 millones de dólares de
financiación de Amazon. El Fondo apoyará el desarrollo de tecnologías y
servicios sostenibles que, a su vez, permitirán a Amazon y a otras empresas
cumplir con el Compromiso por el Clima. El Fondo invertirá en emprendedores
visionarios e innovadores que están creando productos y servicios para ayudar a
las empresas a reducir su impacto de carbono y a operar de manera más
sostenible.
Recientemente abrimos el mayor
refugio para personas sin hogar del estado de Washington, y está situado dentro
de uno de los edificios de nuestra oficina más reciente en el centro de
Seattle. El refugio es para Mary’s Place, una increíble organización sin fines
de lucro con sede en Seattle. El refugio, parte de la inversión de 100 millones
de dólares de Amazon en Mary’s Place, abarca ocho pisos y puede alojar hasta
200 personas cada noche. Tiene su propia clínica de salud y proporciona
herramientas y servicios críticos para ayudar a las familias que luchan contra
la indigencia a recuperarse. Y hay un espacio dedicado a Amazon para ofrecer
semanalmente clínicas legales pro-bono que ofrecen asesoramiento sobre
cuestiones de crédito y deuda, lesiones personales, vivienda y derechos de los
inquilinos. Desde 2018, el equipo legal de Amazon ha apoyado a cientos de
huéspedes de Mary’s Place y ha ofrecido más de 1.000 horas de trabajo
voluntario.
Amazon Future Engineer es un
programa global de la infancia a la carrera profesional diseñado para inspirar,
educar y preparar a miles de niños y jóvenes adultos de comunidades postergadas
y desatendidas para que sigan una carrera en el campo de la informática. El
programa financia cursos en ciencias de la computación y desarrollo profesional
de maestros para cientos de escuelas primarias, clases introductorias y cursos
AP de informática para más de 2.000 escuelas en comunidades marginadas de todo
el país, y 100 becas universitarias de cuatro años y 40.000 dólares para
estudiantes de informática de bajos ingresos. Esos becarios también reciben
pasantías garantizadas en Amazon. Hay un problema de diversidad en la
tecnología, y esto tiene un impacto enorme en la comunidad afroamericana.
Queremos invertir en la construcción de la próxima generación de talento
técnico para la industria y en la ampliación de las oportunidades para las
minorías insuficientemente representadas. También queremos acelerar este cambio
ahora mismo. Para encontrar el mejor talento para funciones técnicas y no
técnicas, nos asociamos activamente con universidades históricamente
afroamericanas en nuestras iniciativas de reclutamiento, pasantías y
perfeccionamiento.
Permítanme terminar diciendo
que creo que Amazon debe ser escudriñada. Deberíamos examinar todas las grandes
instituciones, ya sean empresas, agencias gubernamentales u organizaciones sin
fines de lucro. Nuestra responsabilidad es asegurarnos de que pasamos ese
escrutinio con éxito.
No es una coincidencia que
Amazon haya nacido en este país. Más que en cualquier otro lugar de la Tierra,
las nuevas empresas pueden comenzar, crecer y prosperar aquí en los Estados Unidos.
Nuestro país adopta la ingeniosidad y la autosuficiencia, y abraza a los
constructores que empiezan de cero. Alimentamos a los emprendedores y a las
nuevas empresas start-up con un estado de derecho estable, el mejor sistema
universitario del mundo, la libertad de la democracia y una cultura
profundamente aceptada de toma de riesgos. Por supuesto, esta gran nación
nuestra está lejos de ser perfecta. Incluso cuando recordamos al congresista
John Lewis y honramos su legado, estamos en medio de un muy necesario reajuste
de las relaciones raciales. También nos enfrentamos a los desafíos del cambio
climático y la desigualdad de ingresos, y estamos tropezando con la crisis de
una pandemia global. Aún así, al resto del mundo le encantaría beber aunque sea
un pequeño sorbo del elixir que tenemos aquí en Estados Unidos. Inmigrantes
como mi padre ven el tesoro que es este país, tienen perspectiva y a menudo
pueden verlo más claramente que aquellos de nosotros que tuvimos la suerte de
nacer aquí. Todavía es el primer día para este país, e incluso frente a los
grandes desafíos de hoy, nunca he sido más optimista sobre nuestro futuro.
Agradezco la oportunidad de
comparecer ante ustedes hoy y estoy feliz de responder a sus preguntas.