miércoles, 5 de octubre de 2016

UN CORAZÓN 3D PARA SALVAR A UN CHICO

Todo fue euforia. Médicos cordobeses realizaron una operación correctiva de una cardiopatía compleja a un chico de 6 años. Para ensayar diferentes estrategias quirúrgicas hicieron una tomografía computada del paciente y, con los datos recolectados, un equipo de ingenieros y diseñadores imprimió una réplica del corazón 3D del chico. Así lograron reducir los tiempos y riesgos de la intervención, y también hicieron historia: es la primera vez en el país que se valen de un modelo para simplificar una operación.
La intervención, que se hizo en el Hospital de Niños de Córdoba, el 16 pasado, fue un éxito: el paciente, Milton Acuña, recibió el alta médica anteayer. "La impresión 3D ayudó mucho. Es un tipo de tecnología habitual en los Estados Unidos o en países europeos, pero en la Argentina no se había realizado con un corazón", dijo a LA NACION Ignacio Juaneda, cirujano de cardiopatías congénitas del hospital cordobés y uno de los profesionales que estuvo en la operación.
Hace dos años, en los Estados Unidos se conoció uno de los primeros casos en los que se usó un corazón de este tipo para realizar una operación. Fue en el Kosair Children's Hospital de Kentucky, donde los médicos le salvaron la vida a un bebe de sólo 14 meses. El niño había nacido con graves problemas cardíacos, por lo que era vital intervenirlo. Sin embargo, para hacerlo, se requería conocer en detalle su corazón. El equipo médico logró que se imprimiera al doble de su tamaño el órgano del paciente. Así pudieron ser más meticulosos a la hora de operarlo.
En el caso del chico argentino, la intervención implicaba la corrección de una cardiopatía caracterizada por una doble vía de salida de ventrículo derecho. "Había que crear un túnel dentro del corazón. La operación requería, a su vez, que el corazón estuviera detenido, y había que trabajar dentro del órgano. El modelo 3D simplificó todo, porque permitió probar diferentes estrategias antes de la cirugía", explicó Juaneda.
Primero, los médicos realizaron una tomografía del corazón del chico. Luego crearon un modelo en tres dimensiones con un software de animación. La maqueta sirvió de base para crear una réplica exacta del órgano, con una impresora que puede desarrollar objetos tridimensionales por la superposición de capas de material.
La impresión fue hecha por el equipo de la Unidad de Biomodelos 3D del hospital, que dirige Víctor Defagó. La unidad es pionera en el país en la confección de biomodelos 3D. Funciona hace dos años en el hospital, con el respaldo de la Universidad Nacional de Córdoba y el Ministerio de Salud provincial.
El equipo que lidera Defagó está integrado por médicos, ingenieros y diseñadores industriales, y se dedica a hacer réplicas en 3D que reproducen fielmente los órganos de los pacientes, con sus respectivas malformaciones o estructuras dañadas, y en tamaño real. Ya habían hecho réplicas de tráqueas y de columnas vertebrales, pero nunca de un corazón.
"Los usos de esta tecnología son muy diversos. Puede ser utilizada con fines educativos, en universidades, para explicar a los padres y familiares de los pacientes cómo será la operación, y también para crear prótesis", dijo Defagó a la agencia de noticias Télam. Además, una vez en el quirófano, las réplicas funcionan como "guía" para el cirujano. "La pieza puede ser colocada en la mesa de cirugía. Es como si el profesional contara con un mapa en el momento de llevar a cabo la intervención quirúrgica", explicó.
Ése fue el uso que le dio el equipo de cirujanos que operó a Acuña. Además del corazón se imprimió el "parche" que se necesita para confeccionar el túnel dentro del ventrículo derecho. Las piezas impresas se esterilizaron y se llevaron al quirófano. Allí, el corazón sirvió de guía para el procedimiento, y el "parche" impreso se usó de molde para confeccionar el que se terminó utilizando en la operación.
"Fue todo muy efectivo. Es un gran equipo de profesionales", concluyó Juaneda.

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