Es
un paso clave en los planes de la NASA de volver a llevar astronautas al
espacio. Los detalles. Un proyecto de Elon Musk
03/03/2019
- 15:29 Clarín.com
"¡Acoplamiento
confirmado! Después de 18 órbitas de la tierra desde su lanzamiento, la nave
espacial Crew Dragon se unió con éxito a la Estación Espacial
Internacional", confirmó este domingo la NASA. Se trata de una misión de
prueba de la empresa Space X -del multimillonario Elon Musk-, con el que la
agencia estadounidense planea volver a llevar este año astronautas al espacio.
El
acoplamiento de la cápsula, que tiene 8 metros de largo y llevaba un maniquí a
bordo, fue a las 7.51 (hora de la Argentina), confirmaron los astronautas de la
estación. Un poco más de dos horas más tarde, los tres miembros de la
tripulación de la Estación Espacial Internacional (ISS), la estadounidense Anne
McClain, el canadiense David Saint-Jacques y el ruso Oleg Kononenko, abrieron
la escotilla de la cápsula y, por primera vez, entraron en la cápsula en el
espacio.
En
su interior encontraron al maniquí, Ripley, instalado en un asiento, y a un
pequeño peluche con forma de planeta azul, que SpaceX introdujo con humor en la
cápsula para que sirviera de "indicador de ingravidez super 'high
tech'". "Bienvenidos a la nueva era de los vuelos espaciales",
declaró McClain, desde el interior de Crew Dragon.
"Felicidades
a todos por este logro histórico que nos acerca al día en que podremos hacer
volar a astronautas estadounidenses en cohetes estadounidenses", declaró
el jefe de la NASA, Jim Bridenstine. La cápsula se había acercado en varias
etapas a la estación, sincronizando su velocidad y trayectoria.
En
la imagen, el contacto parecía producirse muy lentamente, pero lo cierto es que
la ISS y la cápsula avanzaban paralelas a más de 27.000 km/h en órbita
alrededor de la Tierra, a unos 400 kilómetros de altura de la superficie de
nuestro planeta. La llegada tardó aproximadamente 27 horas desde el lanzamiento
de la cápsula en un cohete Falcon 9 de SpaceX desde el Centro Espacial Kennedy
en Florida. Dragon se separará de la estación el próximo viernes para volver a
la Tierra y caer en una plataforma en el Atlántico, frenada por cuatro
paracaídas.
La
misión es un ensayo general, sin humanos, de la primera misión tripulada de
Dragon, que se lanzará este año. Si todo sale según lo previsto, en abril la
SpaceX llevará a cabo un nuevo test de vuelo para probar un sistema de emergencia
y, meses más tarde, probablemente en julio, transportará por primera vez a dos
astronautas de la NASA a la estación espacial, donde permanecerán dos semanas.
El
objetivo de la prueba realizada este fin de semana es verificar que el vehículo
sea confiable y seguro, para permitir a la NASA reanudar los vuelos tripulados
desde suelo estadounidense. Desde el final del programa de transbordadores
espaciales en 2011 tras 30 años de servicio, sólo los rusos transportan
personas en viajes de ida y vuelta a la ISS.
SpaceX
ha realizado este viaje una docena de veces desde 2012, pero llevando solo
suministros para reabastecer la estación. Transportar humanos allí requiere
asientos, un aire respirable en una cabina presurizada, una temperatura
regulada para los pasajeros y, por supuesto, sistemas de emergencia. La NASA se
dispone así por primera vez a confiar a compañías privadas el transporte de sus
astronautas. Boeing también ganó un contrato y está desarrollando su propia
cápsula, Starliner, que será probada en unos meses.
La
agencia espacial estadounidense ya no es propietaria de naves ni cohetes y
compra un servicio por un precio fijo: 2.600 millones de dólares por seis
viajes tripulados de ida y vuelta en el caso de SpaceX, según un contrato
firmado en 2014, al que se suman los contratos de desarrollo de las naves por
600 millones.
Este
cambio de modelo se inició durante el primer mandato del presidente Barack
Obama, a partir de 2010. Pero debido a los retrasos en el desarrollo, se ha
concretado bajo la presidencia de su sucesor, Donald Trump. El momento en el
que cohete SpaceX Falcon 9 despegaba, este sábado, para llevar a la cápsula a
la Estación Espacial Internacional. (Reuters)
"Hemos
logrado que la Nasa vibre otra vez. Gran operación y éxito. íFelicitaciones a
SpaceX y todos!", tuiteó el mandatario republicano el sábado después del
lanzamiento de la cápsula. "Estamos liderando en el espacio de
nuevo", se jactó en su cuenta de Twitter el vicepresidente Mike Pence. La
NASA tiene como instrucción oficial desde 2017 volver a la Luna. Para ello ha
recibido un buen financiamiento del Congreso y tiene un presupuesto de 21.500
millones de dólares en 2019.
Elon
Musk, el magnate que creó SpaceX en 2002, parece más interesado en una
exploración más lejana del Sistema Solar. El sábado volvió a exponer su sueño:
"Deberíamos tener una base en la Luna, una base humana permanentemente
ocupada en la Luna. Y enviar gente a Marte y construir una ciudad en
Marte". Musk firmó con un cliente, el multimillonario japonés Yusaku
Maezawa, para un viaje alrededor de la Luna no antes de 2023, a bordo de un
cohete que está en construcción, mucho más poderoso que el utilizado para la
misión Dragon.
Fuente:
AFP y Télam
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